LA FINKA 4.1

La Finka 4.1 es un proyecto único en el sector de las bodas. Con una cantidad de terreno y diferentes espacios disponibles, en la Finka 4.1 cada evento es único porque la amplia diversidad de opciones permite crear conceptos innovadores dentro del sector nupcial. 

Con unas magnificas vistas del mar, viñedos propios y una puesta de sol preciosa, La Finka 4.1 es un lugar perfecto para celebrar una boda cerca de Barcelona, ya que se encuentra en Alella, a tan solo 25 minutos del centro de la ciudad condal.

He trabajado en muchísimos espacios de boda —más de 300, de hecho—, y algo que aprendes con el tiempo es que no todos los lugares funcionan igual. No todos tienen buena luz, ni buenos recorridos, ni un equipo que de verdad esté pendiente de que las cosas salgan bien. Pero esta finca, que está en Alella (a unos 20 minutos de Barcelona), sí que lo tiene todo. Y no lo digo solo como fotógrafo, lo digo también como alguien que ha visto cómo se sienten las parejas aquí, cómo disfrutan los invitados, y cómo fluye todo cuando el sitio acompaña.

Lo primero que llama la atención de la Finka 4.1 es su ubicación: estás en plena naturaleza, rodeado de viñedos, con vistas al mar… pero sin estar en medio de la nada. Tiene ese punto de desconexión sin complicar la logística. Y eso, para cualquier boda, es un puntazo.

A nivel de espacios, es súper versátil. Tiene zonas con mucha personalidad pero a la vez bastante neutras, así que cada pareja puede hacer suyo el lugar. He visto bodas de estilo muy distinto aquí: desde celebraciones súper elegantes con decoración cuidada al milímetro, hasta otras más relajadas, con un punto bohemio o incluso industrial. Todo encaja porque el espacio se deja transformar.

Uno de mis rincones favoritos es el bosque, un espacio natural con árboles altísimos donde muchas parejas deciden hacer la ceremonia. La luz que entra entre las ramas en ciertas horas es simplemente perfecta. También hay un lago con embarcadero, que da muchísimo juego si buscas algo más íntimo o diferente. Y el Hivernacle, con su estructura de hierro y techo de cristal, es ideal si te apetece algo tipo invernadero, pero sin jugártela con el tiempo.

En cuanto al salón interior, lo tienen muy bien resuelto: amplio, con ventanales enormes y climatizado. Eso da mucha tranquilidad si la meteorología se pone caprichosa. Además, permite montajes muy distintos, con muchas posibilidades de distribución.

A nivel de producción, la finca funciona muy bien. El equipo que la gestiona tiene experiencia, está atento a los detalles y respeta mucho el ritmo y estilo de cada pareja. No son de los que imponen ni empujan a que todo sea “como siempre”. Escuchan, proponen, y sobre todo se adaptan. Eso, como proveedor, se agradece mucho. Y como pareja que quiere vivir su boda a su manera, más todavía.

Y ahora hablo como fotógrafo: la luz de este sitio es una maravilla. Ya sea en el bosque, en el jardín o dentro del Hivernacle, hay momentos del día en los que todo se ve mágico. Es de esos espacios donde apenas necesitas preparar nada extra, porque todo acompaña. Y si tú te sientes cómodo, si todo fluye, las fotos salen solas.

En resumen: si estás buscando un sitio donde poder casarte a tu manera, con libertad, sin encorsetamientos, y que a la vez tenga ese punto de entorno natural con diseño cuidado, la Finka 4.1 es una opción muy potente. Funciona bien tanto para bodas pequeñas como para celebraciones grandes, y te permite jugar con muchos formatos.

Y si al final decides casarte allí, y necesitas a alguien que lo capture todo tal como fue, con naturalidad y sin artificios, ya sabes dónde encontrarme 😉